El
siguiente cuento es una adaptación de un cuento llamado “Toda clase de pieles”
escrito por los hermanos Grimm.
Erase
una vez en un reino muy lejano llamado Villacañas vivía un Rey y una reina
famosos por su belleza, felicidad, fidelidad y unión durante su matrimonio.
Pero, hablando un día entre ellos, se dieron cuenta que les faltaba algo para
más felices de lo que son. Lo que les faltaba era tener un hijo o una hija. Por
lo cual, los reyes lo intentaron y al final lo consiguieron, aunque a la reina
le costó mucho quedarse embarazada.
A
los 9 meses nació una niña rubia preciosa y guapísima, tenía la misma belleza
que su madre. Los reyes estaban muy contentos y ahora si tenían todo lo que una
persona desea tener en su vida.
A
los meses de nacer la princesa se produjo una guerra entre el reino de
Villacañas y el reino de Lillo, con la mala fortuna de que un guerrero del
reino de Lillo se introdujo en el palacio donde se encontraba la reina y la
apuñalo por la espalda, quedando muy dañada.
Cuando
subió el cocinero a llevar la comida a la reina, se encontró a la reina tirada
en la cama mal herida y corriendo fue a llamar al rey. El rey fue corriendo
hacia la habitación de la reina y mientras la reina agonizaba el rey le dijo:
-Siempre te voy a
querer, nunca me voy a casar con nadie, solo voy a dedicarme a cuidar a nuestra princesita.
La
reina respondió:
- De ninguna
manera, eres muy joven, debes de volver a casarte y tener un hijo para que sea
tu heredero. Solo te pongo una condición, te podrás casar con quien quieras,
pero la mujer con la que te cases debe de tratar a nuestra hija como si fuera
su hija y cuidarla en todo momento.
El
rey acepta las condiciones de la reina, le promete que se casara con una mujer
que cuide a la princesita como si fuera su hija y que tendrá un hijo con ella
para que pueda ser su heredero.
***
A
los tres días la reina murió y el rey quedo muy apenado. Durante un año el rey
estuvo muy triste sin hablar a nadie, encerrado en sus aposentos y sin querer
saber nada de nadie.
Tras
la victoria del reino de Villacañas, el rey empezó a levantar la cabeza y se
centro en dedicar todo su tiempo en cuidar de la princesita.
Cuando
la princesita tenía 16 años el rey se propuso buscar a una nueva esposa. Mando
llamar a todas las princesas de los reinos cercanos y le llamo la atención una princesa
del reino de Tembleque. El rey se empezó a enamorar de esa princesa, pero a la
princesita esa princesa no le gustaba porque tenía algo en su mirada que le
parecía raro.
Definitivamente,
el rey se enamora de ella y se la lleva a vivir al palacio con el y con la
princesita. La nueva princesa cuando estaba con el rey, trataba estupendamente
a la princesita, igual que si fuera su hija. Pero lo que no sabía el rey, es
que cuando él no estaba, trataba a la princesita muy mal, la pegaba, la
insultaba…
Un
año después de conocer a la nueva princesa, el rey le comunico a la princesita
de que se iba a casar con la princesa. La princesita al ver a su padre tan
enamorado de ella no le quería decir como la trataba a sus espaldas. Pero la
princesita lo que hacía era decirle indirectas como, no te cases que esa mujer
no es igual que mama, tiene algo en la mirada que no me gusta…
El
rey para que la princesita estuviera contenta con la boda le dijo a la princesa
que le iba hacer el regalo que ella quisiera. Por lo cual la princesa empezó a
pensar en regalos que tardaría en conseguir su padre para intentar retrasar la
boda lo más tarde posible.
Al
día siguiente la princesita llamo a su padre y le dijo:
- Ya he pensado en
los regalos que quiero. Quiero un vestido tan dorado como el sol, un vestido
tan plateado como la luna y un vestido tan brillante como las estrellas.
El
rey le contesto:
- Lo que me pides
es muy difícil de conseguir, pero si es lo que quieres para que el día de mi
boda seas feliz lo tenderas.
Lo
que no pensaba la princesa es que a los pocos meses su padre consiguió tener
los tres vestidos listos. Por lo cual la princesita pensó en pedirle algo que
no pudiera conseguir nunca.
La
princesita llamó a su padre y le dijo:
- También quiero que
me consigas un abrigo que este compuesto por un trozo de piel de cada uno de
los animas les que existan en el mundo.
El
rey como anteriormente le contesto:
- Va a ser
complicado hacer un abrigo que contenga un trozo de piel de cada animal que
exista en el mundo, pero si eso es lo que quieres para que cuando me case seas
feliz lo tendrás.
Pues
pasaron unos meses y como ocurrió con los vestidos el rey consiguió el abrigo y
se le dio a la princesita.
La
princesita muy sorprendida y a la vez apenada le cogió el abrigo y le dio las
gracias a su padre.
Al
ver que su padre se iba a casar con la princesa, la princesita cogió los
vestidos, el abrigo y una cadena que le regalo su madre antes de morir que
llevaba una figurita de una rueca, una medallita de la virgen y el anillo de
boda de su madre y se escapo del palacio.
***
La
princesa se fue al busque y estuvo allí una larga temporada escondiéndose entre
los huecos de los arboles, en grutas y cada vez que oía pasos de caballos,
perros o voces de hombres se escondía o se subía a un árbol y comía lo que
podía y encontraba como hierbas, frutas pequeños animales.
Lo
que hacia la princesita era avanzar durante la noche y descansar durante el día
para que no las vieses, ya que era durante el día cuando salían a buscarla.
Cuando
paso un mes, la princesa se dio cuenta de que estaba muy lejos de su reino y un
día oyó voces, voces de hombres y ladridos de perros. La princesita se intento
esconder debajo del abrigo de toda clase de pieles, pero la encontraron.
La
princesita al darse la vuelta vio a unos cuantos hombres montados a caballo.
Estos hombres al ver a la princesita se quedaron sorprendidos de ver a una
mujer en el bosque. La princesita al ver a estos hombres les dijo:
- Por favor no me
hagáis nada que soy un animalillo del bosque.
Los
hombres al oír eso, pensaban que la princesita estaba loca y dijeron:
- Vamos a llevarte
con el príncipe de nuestro reino y que el opine sobre que hacemos contigo.
***
Cuando
llegaron a palacio, le entregaron la chica al príncipe y el dijo:
- Llevarla a las
cocinas para que ayude al cocinero, pero antes que se limpie un poco y se
cambie de ropa.
La
princesa al ver al príncipe se sorprendió. El príncipe era un joven y apuesto
hombre muy bello. La princesa con solo verle se enamoro de él.
La
princesita se fue a lavar pero lo tenía que hacer con cuidado ya que tenía una
larga melena preciosa y brillante y un rostro muy hermoso y como si se lavaba
bien se le iba a notar que era una princesa y la podían descubrir.
Iban
pasando los días y la princesita, que ahora pasaría a llamarse toda clase de
pieles ya que no quiso dar su nombre y siempre llevaba puesto el abrigo de toda
clase de pieles, se iba acostumbrando a ser la ayudante del cocinero. Ella
limpiaba ayudaba a hacer la comida y hacia todo lo que le pedía el cocinero.
***
Pasaron
unos años más tarde y el príncipe anuncio que se iban a celebrar tres bailes
para elegir a su futura esposa. Toda clase de pieles, que había visto muchas
veces al príncipe y estaba enamorada de él desde que lo vio, le pidió al
cocinero:
- Por favor déjame
ir que nunca he visto un baile en palacio, aunque sea detrás de las cortinas
sin que nadie me vea.
El
cocinero le respondió:
- Vale, te dejo ir
cuando termines de fregar, pero no vengas muy tarde que hay que prepara la sopa
al príncipe, que se toma antes de dormir.
Toda
clase de pieles acepto y cuando termino de fregar, se fue corriendo a lavarse,
a ponerse guapa, se pone el vestido tan dorado como el sol y se presenta en el
baile de palacio.
Cuando
el príncipe la vio, se quedo sorprendido y pensó que nunca había visto a una
mujer tan bella como ella. Por lo cual el rey dejo a las demás y se puso a
bailar con ella. Cuando ella vio que era hora de irse a las cocinas para ayudar
a preparar la sopa del príncipe, se fue. El príncipe la intento coger y decirle
que se quedara pero ella salido corriendo.
Se
fue a su habitación se ensucio la cara, las manos, se recogió el pelo, se puso
el abrigo de toda clase de pieles y se fue a la cocina a ayudar al cocinero a
preparar la sopa para el príncipe.
El
cocinero la regaño un poco por haber llegado más tarde y le dijo:
- Bueno como a mí
se me a echo tarde por terminar mi tarea, ponte a hacer la sopa para el
príncipe.
Toda clase de pieles se puso a
hacer la sopa al príncipe como todos los días, le echo los mismos ingredientes
pero añadió un ingrediente especial, ese ingrediente es mucho amor y además, le
echo la medallita de la rueca dentro de la sopa.
Cuando termino de hacer la sopa
el cocinero mando a toda clase de pieles a subirle la sopa al príncipe.
Toda clase de pieles subió, llamo
a la puerta y espero a que el príncipe le recogiera el plato de sopa.
El príncipe se empezó a comer la
sopa y noto que esa sopa era diferente, que estaba mucho más buena que las
sopas de otros días. Pero aparte de que estuviera más buena que nunca, cuando
llego al final del plato vio una medallita de una rueca. El príncipe se
pregunto de quien sería la medallita. Por lo cual bajo a las cocinas y pregunto
al cocinero:
- ¿Quién me a hecho la sopa?
Y el cocinero por proteger a toda
clase de pieles le respondió:
- Yo majestad yo le he hecho la sopa ¿por qué?
El príncipe le contesto:
- Porque hoy estaba especialmente muy buena.
***
Llegó la segunda noche del baile
y toda clase de pieles hizo lo mismo que en la primera. Salido rápido de las
cocinas, se lavo y en esta noche se puso el vestido tan plateado como la luna.
Subió al baile, bailó con el príncipe y se fue antes del baile para prepararle
la sopa al príncipe.
Al terminar de preparar la sopa
le echo la medallita de la virgen y le subió la cena. Pero esta vez el príncipe
le pidió que entrase y que se quedara mientras él se comía la sopa. El príncipe
cuando llego al final de la sopa se encontró con la medallita de la virgen y le
pregunto a toda clase de pieles:
- ¿Tú sabes algo de esto?
Toda clase de pieles le
respondió:
- No, yo no se nada
El rey le contesto:
- ¿segura?, bueno pues ya se puede retirar a sus
aposentos.
***
Llegó la tercera noche, esta
noche era la más especial de todas, ya que el rey tenia que elegir esposa. En
esta noche el príncipe está muy nervioso y ella se viste con el vestido tan
brillante como las estrellas.
Ese día, toda clase de pieles
está más guapa que nunca, esta preciosa. Empieza a bailar con el príncipe, pero
ese día el príncipe esta todo el rato al lado de ella, no la quiere dejar todo
el rato está al lado de ella.
En un momento del baile, el
príncipe, sin que ella se de cuenta, mientras le dice cosas al oído, le coloca
un anillo en el dedo de ella, pero ella no se da cuenta porque estaba muy
apasionada bailando con él.
Cuando llega la hora de irse, el
príncipe la intenta detener pero ella como en anteriores días, sale corriendo.
Pero en este caso el rey le sale una pequeña sonrisa ya que le había puesto el
anillo y ahora iba a saber quién era.
Como esta noche llega súper
tarde, se pone el abrigo encima del vestido y se va a las cocinas a preparar la
sopa. Esta noche le echa en la sopa lo último que quedaba en la sopa, que era
el anillo de bodas de su madre.
Cuando le sube la cena al
príncipe, el príncipe le dice que pase y se ponga al lado de la chimenea
mientras que el se come la sopa.
El príncipe mientras se come la
sopa le pregunta a toda clase de pieles:
- ¿me encontrare algo en la sopa?
Y toda clase de pieles le
contesta:
- No se mi majestad.
Cuando llega al final de la sopa
saca el anillo y dice:
- Mira, ¿sabes lo que es esto?
Y dice ella:
- No, no se lo que es.
El príncipe se encuentra el
anillo, se levanta coge la mano de toda clase de pieles, le quita el abrigo y
ve que es la princesa con la que ha estado bailando. El rey la abraza empiezan
a bailar, con la mala suerte de que la princesa tropieza con el anillo y se
agarra al príncipe y con tan mala suerte de que los dos se caen al fuego.
Colorín colorado este cuento se ha
acabado.
La siguiente adaptación, la he
realizado para niños del tercer ciclo de educación primaria, creo que el
vocabulario y la extensión del cuento es muy adecuado para ellos.
Respecto a los cambios, he
realizado una serie de cambios con respecto al cuento que nos contó la
profesora. E intentado dejar la misma temática que la el cuento de referencia y
los cambios que he realizado a sido al principio ya que e puesto que la
princesita se marcha del palacio por que la mujer con la que se quiere casar el
rey es mala con ella y el final. En el final e querido dar una alternativa
distinta a los finales felices con los que terminan la mayoría de los cuentos,
ya que en este e metido un final dramático donde los dos personajes principales
mueren. Además creo que este final les va a gustar a los niños del tercer ciclo
ya que al ser más mayores, el típico final de que el cuento acaba bien y todos
felices, les resulta aburrido.
Perfecto, pero ojo con la ortografía, que parece que te llevas regular con las haches.
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